Limpia los champiñones enteros y córtalos a la mitad, y cada mitad en dos o tres, dependiendo de lo grande que sean.
Pica una cebolla y ponla a pochar en una sartén con 4 cucharadas de aceite. Cuando esté transparente, añade los champiñones. Salpimenta y rehoga.
Añade una cucharadita de harina y rehoga. Incorpora un buen chorro de vino blanco y deja reducir hasta consumir casi todo el líquido. Espolvorea con perejil picado.
Reparte los champiñones en unas cazuelitas de barro. Casca 1 huevo u dos por encima. Sala y ponlo a gratinar en el horno hasta que la clara de huevo esté cuajada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario